Hay una bombilla que lleva 118 años funcionando ininterrumpidamente
Livermore, California, podría pasar por una insulso pueblo a menos de una hora en coche de San Francisco, pero alberga uno de los tesoros más inexplicables que existen dentro de nuestro querido hobby.
En el parque de bomberos de Livermore, colgando del techo se puede ver una pequeña bombilla que lleva luciendo sin descanso desde 1901, cuando fue instalada en el parque. Es la bombilla más antigua del mundo.

Para el que no conoce su historia, seguramente pase totalmente desapercibida al estar rodeada de tubos fluorescentes pero no se ha apagado más que en un par de ocasiones en los últimos 118 años.
El ex-jefe de bomberos del parque de Livermor, Thomas Bramell, es considerado como el mayor historiador sobre la bombilla y ha escrito un libro titulado «A Million Hours of Service» en el que cuenta toda su historia.
El libro y muchos más recuerdos de la misma, se pueden comprar en la misma estación de bomberos o en esta web donde también publican fotos de los múltiples eventos que celebran casi cada año.
Todos los beneficios de la venta del libro se destinarán a varias fundaciones que ayudan a las familias de los bomberos caídos en acto de servicio u otras que se dedican a la recuperación de pacientes con quemaduras graves.
Viendo las fiestas que celebran en su honor, se puede decir que esta humilde bombilla es el «residente» más famoso de todo Livermore y es que sus más de 1.033.000 horas de funcionamiento son todo un desafío a la famosa obsolescencia programada.
Disponen incluso de una webcam que enfoca a la bombilla constantemente. No es que sea la retransmisión más excitante del mundo pero te da una idea de la importancia que tiene.

¿A qué se debe la duración extrema de esta bombilla?
Según Debora Katz, física de la Academia Naval de Estados Unidos:
«En primer lugar, su filamento es unas ocho veces más grueso que el de una bombilla actual. Y en segundo lugar, ese filamento, posiblemente hecho de carbono, es semiconductor».
«Cuando un conductor se calienta mucho -prosigue la investigadora-, su capacidad para conducir la electricidad deja de funcionar. Sin embargo, a medida que la bombilla de Shelby se va calentando, se va convirtiendo en un conductor cada vez mejor».
Otras bombillas que no conocen la palabra obsolescencia, se pueden encontrar en Texas, Forth Worth (funcionando desde 1908), en Noruega (también desde 1908) o en los almacenes Gasnick en la Segunda Avenida de Nueva York (desde 1912).
Precisamente, la empresa Gasnick Supply, ha tratado de difamar en repetidas ocasiones la bombilla del parque de bomberos de Livermore asegurando que fue reemplazada en 1970, llegando incluso a escribir al libro Guinness de los records diciendo que era un fraude.
En su opinión, el casquillo usado en Livermore no concuerda con la edad de la bombilla y además aseguran que no hay residuos de carbono dentro del vidrio, que sí estan presentes en la suya.
Fueron más allá y se autoproclamaron como la bombilla en funcionamiento más antigua del mundo. No contaban ellos con las que se encuentra en Forth Worth o en Noruega, con un cuatro años más de vida.
Algunos datos sobre la bombilla más antigua del mundo:
Fabricante: Shelby Electric de Shelby, Ohio (fundada en 1896, cesa su actividad en 1912).
Fecha de fabricación: Alrededor de 1898, se desconoce con exactitud.
Diseñador: El ingeniero francés Adolphe A. Chaillet (el diseño fue usado desde noviembre del 1867 hasta 1914).
Filamento: Carbono, creado mediante un proceso el cual se desconoce todavía a día de hoy. Forma una vuelta dentro de la bombilla que vista desde abajo se lee la palabra «no» en cursiva.
Potencia: La bombilla se creó originariamente para funcionar a un máximo de 60 vatios aunque hoy en día no usa más de 4 vatios.
A día de hoy, tras 118 días sin haberse apagado más que un par de veces por error, sigue funcionando. Todo un hito para la historia.
